Existen múltiple y variadas teorías acercas
del poblamiento americano, sin embargo, los indicios de la presencia del
hombre en América siguen
creando controversia debido a los
disímiles de las pruebas obtenidas así como las interpretaciones que cada
corriente o teoría le dan. No obstante, Cada una de ella, intentará desde
su óptica, contribuir, de algún modo, a despejar este complejo tema del inicio del
poblamiento americano.
En este sentido,
es fundamentalmente abordar aunque sea
de manera esencial, primero las principales
teorías del poblamiento americano y segundo las diferentes etapas de los
procesos naturales y culturales de los grupos primigenios americanos. En
relación con la primero, revisaremos las teoría clásicas, la teoría tardía o Consenso
Clovis y teoría temprana o Wisconsin/Taima Taima, las nuevas teorías o análisis
genéticos y por último la religiosa. lo
fundamental de todo esto estriba, en la
posibilidad de debatir en cuanto a las
hipótesis, presupuesto, sus tesis o premisas
fundamentales, sus puntos de coincidencia,
de encuentro o semejanzas, sus
diferencia, lo creíble de cada postura, en fin, las bases que hoy día
sustentan la llegada del hombre a
tierras americanas.
Las conclusiones derivadas de estas discusiones o debate
permitirá abordar el segundo tema de manera más pertinente dado que
los procesos naturales y culturales de los grupos primigenios está en
función de lo que denominamos espacio geográfico necesario despejar la
incógnita de cual teoría es la más viable o aceptada. Por último, dentro de tales circunstancias, se hace
necesario considerar la noción que tienes los arqueólogos sobre la ocupación y
el uso de los espacios por los grupos humanos, que hacían, sus movimientos de
acuerdos a las estaciones, el tratamiento que le dan a los yacimientos, los
modelos aplicados en la observación de los fenómenos.
Las teorías del
poblamiento americano
En la
actualidad Estudiosos como Lumbreras
(1999) Brayan (1999) Sifuentes (2000) Adams (2000) entre otros, afirman
que primeros pobladores del continente
americano eran de origen asiático, además,
aseveran que esta ideas ya aparecían en los tratadistas españoles de siglo
XV tales como Acosta, Lizárraga y
Velasco. Pero no deja de llamar la atención, que mientras Eiroa (2000) señalan que procedían de regiones de Asia nororiental Bryan
(1999) sostiene que los primeros seres humanos que llegaron a América precedían
del Nordeste de Asia. Pero la mayoría está
de acuerdo que el lugar de paso, es el
estrecho de Bering y que el debate se
centra ahora en determinar las zonas y recorrido más adecuados, dentro de la
Beringia, por donde se produjo el ingreso al continente.
Sin
embargo, estas conclusiones son el resultado de años de discusión y
controversia, anterior a ellas existieron planteamiento como las llamadas Teoría
clásicas del poblamiento americano cuyos defensores o protagonistas son Alex
Hrdlicka y la teoría asiática o inmigracionista; Paul Rivet y la Teoría polinésica, Teoría del origen múltiple o
Teoría oceánica inmigracionista; Florentino Amehino y la teoría
autoctonista y por último, Antonio
Méndez Correa y la
Teoría Australiana
ALEX HRDLICKA y
la teoría asiática o inmigracionista
Alex Hrdlicka fue el autor
de la teoría asiática o inmigracionista y sustenta en ella que el ser humano había ingresado a América por
Alaska proveniente de Siberia (Asia), cruzando el Estrecho de Bering. Su
teoría se apoya básicamente en
semejanzas antroposomáticas entre el hombre asiático y los llamados amerindios entre las características
destacan: cabellos lacios y oscuros, ojos con pliegue mongólico, pómulos anchos
y salientes, dientes en forma de pala, rareza de pilosidad en la cara. Además,
destaco la presencia de la famosa
“mancha mongólica”, una pigmentación verdosa congénita que tienen los asiáticos
e indígenas americanos al nacer y que desaparece con el paso de los años.
Hrdlicka era partidario del origen mono racial del poblamiento de América.
Según él, entre los indios de América (mayas, quechuas o patagones) hay un
conjunto de caracteres comunes que sugieren un origen común general. Este “aire
de familia” se debería a que todos descienden de un tronco común: el asiático
mongoloide. La teoría está desarrollada
en su libro La cuestión de hombre
antiguo en América (The Question of Ancient Man in América) publicada en
1937.
Si bien, algunas publicaciones
persisten en atribuirle erróneamente a Hrdlička haber postulado la teoría más
moderna, de que el hombre cruzó caminando por una zona llamada Puente de
Beringia, formado a raíz del descenso del nivel de las aguas del Estrecho de
Bering, durante el último período glacial es decir, a finales de “periodo
Pleistoceno” él nunca se pronunció
expresamente sobre la fecha de llegada del hombre al continente americano,
rechazó sistemáticamente las pruebas que proponían la existencia de paleo
indios y sostenía que, a diferencia de Europa, no existían rastros en América
que permitieran hablar de presencia humana durante el Pleistoceno (1,8 millones
de años adP - 10.000 años adP), en tiempos de la última glaciación. De hecho,
Hrdlička consentía la creencia del Instituto Smithsoniano, representada por
William Henry Holmes, que sostenía que los primeros habitantes de América
habían ingresado en un pasado reciente, imprecisamente estimada en unos pocos
siglos
2.- Paúl
Rivet y la Teoría polinesia, Teoría del
origen múltiple o Teoría oceánica inmigracionista.
Esta teoría ratificó la
validez del origen asiático del hombre americano, sin embargo, sostenía que
algunas de las diferencias físicas, lingüísticas y culturales no eran posibles
de explicar sólo con el poblamiento asiático. Planteó la semejanza de pueblos
melanesios y polinésicos con otros de América del Sur y reveló que estos
primeros, siendo excelentes navegantes, desde Australia y Oceanía en dirección
este, habrían atravesado el Océano Pacífico para arribar a las costas sudamericanas
(altura de Nazca, Perú). Reforzó
su teoría con pruebas antropológicas y culturales sobre la similitud entre las
culturas polinésicas y americanas: puentes colgantes, hachas de mando llamadas
" toqui ", base dialéctica, ojos negros y rasgados, cabello grueso y
recto, la casi nula vellosidad corporal.
3.-FLORENTINO
AMEHINO Y LA
TEORÍA AUTOCTONISTA
Ameghino consideraba que la ciencia
no tiene razón ninguna para hacer emigrar al hombre del antiguo al nuevo mundo,
puesto que la emigración bien pudo verificarse en sentido contrario y ello no
se sabe todavía, e insistía sobre la posibilidad de que el precursor del hombre
había sido sudamericano. Esta convicción lo desacreditó en el ambiente
científico, porque partió de una postura teórica y se afanó de verificarla
forzando las evidencias. Con respecto a las teorías acerca de la antigüedad de la República Argentina,
expresó que durante los últimos tiempos de la era mesozoica, en la época
cretácea, la distribución de las tierras y de las aguas era precisamente
inversa a la actual, prosperaba una flora de aspecto tropical y una fauna
variadísima y sobre ese continente se desarrollaron los mamíferos en faunas
sucesivas cada vez más diversificadas.
Pensaba
Amehino que al principio de la era Terciaria las tierras del norte del Ecuador
se transformaron de insulares a continentales y aparecieron entonces sobre
ellas numerosos mamíferos placentarios. La
genealogía se originaba con un grupo de mamíferos planoangulados del periodo
mioceno, que al desplazarse hambrientos por las llanuras, se vieron forzados a
erguirse sobre sus extremidades posteriores para así explorar mejor el
horizonte y ubicar sus alimentos, deviniendo en evolución lineal hasta llegar
al Homo Pampeanus. Algunos estadios intermedios en su cuadro filogenético eran:
el Tetraprotohomo, el Triprotohomo, y el Diprotohomo, hasta llegar al Homo
pampeanus. Estos géneros se habrían difundido en primera instancia hacia Norteamérica
y luego al Viejo Mundo en varias oleadas migratorias, cruzando supuestos
“puentes intercontinentales” a fines de la era terciaria. Ubicación de la Pampa
argentina
Allí sus antecesores no se encontraron porque provenían del sur, por esa razón se hallan gran cantidad de especies de mamíferos extinguidos sepultados en los terrenos sedimentarios cretáceos y terciarios del territorio argentino.
Allí sus antecesores no se encontraron porque provenían del sur, por esa razón se hallan gran cantidad de especies de mamíferos extinguidos sepultados en los terrenos sedimentarios cretáceos y terciarios del territorio argentino.
4. Antonio MENDES
CORREA Y LA TEORÍA AUSTRALIANA
El
portugués Antonio Mendes Correa fue el principal defensor de una inmigración
australiana, a través de la Antártida. De acuerdo a este antropólogo los australianos utilizaron
sencillas balsas para llegar a Tasmania, las islas Auckland y la Antártida.
Este helado continente pudo ser atravesado hace unos 5 000 años a.C., durante
el Holoceno. Dado que gozaba de un periodo de clima óptimo, Méndez estudió
alrededor de 1920, a los nativos de la
Patagonia y la Tierra del Fuego entre ellos a los Onas, Kon, Tehuelches,
Alakalufes y Yagán encontrando similitudes físicas, lingüísticas y etnográficas
con los aborígenes australianos. Entre las semejanzas podemos mencionar el
grupo sanguíneo, las formas craneales, la resistencia al frío, palabras
comunes, uso de mantos de piel, chozas en forma de colmena y el uso del
boomerang. También merece mención el zumbador o churinga, un instrumento
musical de uso ritual con modelos muy idénticos en ambas regiones
El
antropólogo Paul Rivet en apoyo de esta teoría escribió: “Esta hipótesis no es
nada inverosímil. Sabemos que ha habido en el continente antártico períodos de
extensión glaciar mayor que en nuestros días. Existieron pues períodos
glaciares e interglaciares, como en el hemisferio norte, y no es imposible que,
después del último máximo de extensión, se produjera un período de regresión
glaciar, correspondiente al óptimo post-glaciar, como en Europa y en América
del Norte. Esta regresión podría haber dejado una faja libre de hielos en la
costa antártica, análoga a la existente en Groenlandia, permitiendo así establecimientos
humanos. Por analogía con lo conocido en el hemisferio norte, se podría situar
esa sazón hacia unos 6000 años antes de nuestros días.” (RIVET, Paul. Los
orígenes del hombre americano, p.107)
TEORÍA
DEL POBLAMIENTO TARDÍO (CLOVIS)
La teoría
clásica sobre el poblamiento de América ,sostiene que aproximadamente hace
13.000 años adP, un pequeño grupo de seres humanos procedente de Siberia,
habían ingresado al continente americano por el Puente de Beringia hacia Alaska
en el período de la era de hielo, y después marcharon hacia el sur a través de
un corredor libre de hielo al este de las Montañas Rocallosas, el valle del Río
Mackenzie, en la zona oeste de la actual Canadá, a medida que el glaciar
retrocedía, para constituir la Cultura Clovis, en el actual territorio de Nuevo
México (Estados Unidos), de la cual a su vez descienden todas las demás culturas
originarias americanas. La base de la teoría del poblamiento tardío son los
yacimientos arqueológicos excavados desde la década de 1930 que constituyen la
bien estudiada Cultura Clovis y su llamativo diseño de las puntas de lanza (punta
Clovis).
Hasta los
recientes hallazgos que cuestionan la teoría del poblamiento tardío (Clovis),
era inusual que los arqueólogos cavaran más hondo en búsqueda de señales
humanas. Puede considerarse que fue Alex Krieger el precursor de la teoría del
poblamiento temprano, al proponer desde 1956 y documentar en 1964 un
"estadio pre-puntas de proyectil" (American Falls, Valsequillos,
Muaco) anterior al "estadio paleoindio" (Clovis, Folsom, Sandía).
La cultura
Clovis o cultura llano de acuerdo con Mann (2006) fue considerada a
mediados del siglo XX con una antigüedad de 13.500 años. Esta
teoría se le conoce como el Consenso Clovis,
fundamento de la teoría del poblamiento tardío del continente americano. Afirma
este autor que nombre proviene de la localidad de Clovis, en Nuevo México (Estados
Unidos), próxima al lugar donde fueron encontradas por primera vez las piezas
que la caracterizan por el joven de 19 años Ridgely Whiteman en 1929. En 1932,
una excavación realizada por un equipo dirigido por Edgar Billings Howard de la
Universidad de Pennsylvania confirmó que se trataba de un asentamiento indígena
durante el Pleistoceno. Al ser descubierta la datación por carbono 14 en 1949
el método fue aplicado en los yacimientos de Clovis resultando en antigüedades
que oscilaban entre el año 12.900 adP y 13.500 adP. Un sello de la cultura Clovis es
la forma aflautada que caracteriza sus puntas de lanza de piedra, conocida como
punta Clovis. La punta Clovis tiene un grado de perfección y belleza no
habitual en épocas prehistóricas. Es una hoja tallada por presión con un canal
hasta la mitad de la pieza que servía para asegurar la punta al palo.
Se acepta
generalizadamente que el pueblo Clovis cazaba mamuts: abundan los sitios donde
se han encontrado puntas Clovis mezcladas con restos de mamut. Se ha sostenido
la hipótesis de que la extinción del mamut fue consecuencia de la caza
realizada por los Clovis, pero la misma no se encuentra probada y ha sido muy
controvertida.
Sitios
pertenecientes a la cultura Clovis han sido identificados en la zona cercana,
así como en México y América Central.
Los Clovis, han sido tradicionalmente considerados como los primeros
habitantes de América y antecesores de todas las culturas indígenas americanas.
Sin embargo esta posición ha sido recientemente cuestionada por varios
hallazgos arqueológicos de la denominada teoría del poblamiento temprano que han considerado hallazgo o vestigios mucho más
antiguos
A partir de
las dos últimas décadas del siglo XX, nuevas investigaciones científicas han
cuestionado las conclusiones del Consenso Clovis sosteniendo la existencia de
culturas amerindias mucho más antiguas.
La teoría
del poblamiento temprano
Son una serie de estudios y
hallazgos arqueológicos, lingüísticos y genéticos, relativamente recientes, que
cuestionan la clásica teoría del poblamiento tardío del continente americano
basada en la Cultura Clovis, y han generado un sonoro debate internacional
sobre el tema.
En rigor no se trata de una teoría, pues los científicos involucrados no
tienen una posición común sobre el origen del hombre en América, ni sus
resultados parecen conducir linealmente a una respuesta coincidente. Pero todos
ellos tienen en común el hecho de que son incompatibles con la fecha más
antigua propuesta por la teoría del poblamiento tardío (Clovis): entre 12.000 y
14.000 años adP.
Con relación a la teoría del poblamiento temprano y la llegada de los
ancestros de todos los pueblos nativos de América que presentan descendientes
actuales; los estudios generales a nivel genético permitirían la posibilidad de
poblamientos de sus ancestros a partir de fechas menores a los 70.000 años.
Esto ya que el análisis genético del cromosoma Y derivados de muy recientes
investigaciones indica un antepasado masculino común de origen africano
(conocido como Adán cromosomal-Y) para todos los humanos actuales; y sugiere
que habría nacido hace alrededor de 70.000 años.
En este sentido, el análisis genético no podría descartar la llegada de
otros posibles grupos humanos más antiguos que no presenten descendientes
masculinos actuales; ya que el homo sapiens habría aparecido entre
300.000 a 130.000 años. Sin embargo el poblamiento de América por estos grupos
más antiguos en fechas anteriores a 70.000 años debería ser realmente muy poco
probable; ya que sólo en el oeste de Asia se han encontrado fósiles más
antiguos a la fecha genéticamente limitante de 70.000 años fuera de África
(Estos restos son atribuibles a tempranos homo sapiens y presentan una
antigüedad de 90.000 años, pero su real relación con los humanos modernos es
aun discutida). Igualmente un desplazamiento directo de África a América de
estos grupos se cree que sería técnicamente improbable de acuerdo al nivel de
desarrollo cultural actualmente conocido de estos grupos humanos que existieron
en África.
Sin embargo
para 1876 un médico norteamericano, Charles Abbott encontró unas herramientas
de piedra en su granja de Delaware. Debido a las características toscas de los
instrumentos, pensó que podrían pertenecer a los antepasados remotos de las
culturas indígenas modernas. Debido a ello consultó con un geólogo de Harvard,
quien estimó en 10.000 años de antigüedad la grava que se encontraba alrededor
del hallazgo. Abbott sostuvo entonces que se trataba de un asentamiento humano
del Pleistoceno, es decir, muchos miles de años más antiguo de lo que
establecían las teorías bíblicas dominantes.
La teoría de Abbott fue rechazada por las jerarquías cristianas por
oponerse a la Biblia y por la comunidad científica organizada por el Instituto
Smithsoniano por no cumplir con los estándares científicos que exigía. Entre
los científicos que rechazaron la hipótesis de Abbot se encontraban Aleš
Hrdlička y William Henry Holmes. En la actualidad se ha comprobado que Abbott
tenía razón en muchas de sus hipótesis y la granja ha sido declarada Monumento
Histórico Nacional.
Jennings puntualiza que la tercera opción ofrece las mejores posibilidades
de éxito migratorio, pues en dicha fase se produjo el avance glacial Woodford.
William Irving (1985) revisó este tema, resumiendo en tres hipótesis la
problemática de los habitantes más antiguos:
Hipótesis I: Sustentada por J. Griffin, V. Haynes, P. Martin, entre
otros. Propone que los Clovis, o cazadores de mamuts o elefantes lanudos
extinguidos, fueron los primeros pobladores de América hace 12000 años. D.
Meltzer (1989) ha reafirmado este postulado. Clovis sería un horizonte cultural
extendido desde el norte de Alaska hasta Guatemala.
Hipótesis II: América se pobló entre 20 000 y 70000 años atrás. Las
evidencias provienen de Taima Taima, Venezuela, con puntas tipo “El Jobo” que
se caracterizan por ser gruesas, con bases no preparadas, diferentes a las
puntas de América del Norte, lo que demuestra la existencia de divergencia
cultural pre-Clovis. Las puntas de Taima Taima se asocian, además, a una pelvis
de mastodonte con más de 13 000 años. También figura el abrigo rocoso de Meadowcraft,
a 45 km al suroeste de Pittsburg, Pennsylvania, con fechas de más de 19 000
años y utensilios simples y pequeños (Adovasio et al. 1975). El sitio de
Old Crow en el Yukon, Alaska, concedió fechas de 29 000 años en huesos de mamut
y caribú (Harington, Bonnichsen y Morlan 1975).
La segunda hipótesis es la más aceptable y exhibe el apoyo de restos
significativos en América del Sur. Destacan los hallazgos de Niède Guidon
(1986) en la Toca do Boquequirao da Piedra Furada, la Toca do Sitio do Meio y
la Toca do Câldeirao dos Rodríguez I, en la región de Sâo Raimundo Nonato,
estado de Piauí, noreste de Brasil. Las fechas alcanzan 50 000 años. Al
respecto, Meltzer, Adovasio y Dillehay (1994) plantean más de una interrogante
en torno a la antigüedad de esta cueva y a la autenticidad de las herramientas
asignadas a la primera ocupación. Argumentan que el carbón encontrado en la
cueva pudo resultar de incendios naturales.
En cambio, la fase Serra Talhada (posterior a 10 400 antes del presente) sí
contiene artefactos indiscutibles.
Hipótesis III: Considera fechas entre 80 000 y 150 000 años. W. Irving
la desecha por no existir datos. Se apoya en el hecho de que el ser humano ya
se había adaptado a ambientes muy hostiles, como la Siberia, 500 000 años
atrás. En efecto, Yuri A. Mochanov encontró en el sitio Diring, río Lena,
Siberia, herramientas de más de 500 000 años (MammothTrumpet, Vol. 9,
Number 2, 1994, pp. 1,4-5).
Esta hipótesis se sustenta con datos
de Valsequillo, San Diego y Calico, pero estos sitios tienen problemas de
fechas y refuerzan más bien la hipótesis II. Valsequillo se halla en el norte
de Puebla, México, y fue estudiado por J. Armenta e Irving Williams. Un grupo
de huesos trabajados o con marcas fueron fechados entre 19650 y 30600 años de
antigüedad, además de tres fechas mayores a 35 000 años (Armenta 1978). Otros
sitios con fechas parecidas son Caulipán (Puebla), con 21 850 años según el
RC14, Hueyatlaco (Valsequillo) con fechasimilar, Tlapacoya (México D.F.) y El
Cedral en San Luis de Potosí (México) que alcanzan unos 24 000 años de
antigüedad.
En Nicaragua figura El Bosque, un sitio con más de 30 000 años. En
California, San Diego es un sitio prometedor, pero Irving advierte que existen
dudas sobre las asociaciones de las fechas y las herramientas. Actualmente es
reestudiado por Reeves (Irving 1985). Calico, en el desierto de Mojave, al este
de California, es también un lugar controvertido. En la década de 1950 Simpson
estudió el área del lago Manix, cerca de Calico, y encontró 4 000 posibles herramientas
y 6 000 lascas que se denominan Complejo Lago Manix. Puesto que existían dudas
sobre la autenticidad de tales herramientas, Payen aplicó el test Barnes para
descartar dudas. Según este test En resumen, la hipótesis I se invalida por la
existencia de asentamientos anteriores a Clovis y por la variedad de
herramientas en América al momento de la presencia Clovis. Esto refuerza la
hipótesis II pues existen varios sitios que sobrepasan los 30 000 años. La
hipótesis III requiere de evidencias anteriores a 70000 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario